I. Contexto general del mensaje 2025
En Navidad de 2025, Felipe VI pronunció su duodécimo discurso navideño como Rey desde el Salón de las Columnas del Palacio Real, en un formato algo renovado: de pie, más breve y directo, que marcó un pequeño giro en su puesta en escena habitual y parece haber mejorado los datos de audiencia respecto al año anterior.

Este mensaje se caracteriza por tres grandes temas:
- la convivencia democrática y la cohesión social,
- la crisis de confianza en las instituciones, y
- la advertencia sobre extremismos, radicalismos y desinformación.
II. Análisis desde la perspectiva de la comunicación institucional
1) Estrategia temática
El discurso articuló una narrativa en torno a tres ejes principales:
a) Recuerdo histórico como legitimación institucional
Felipe VI recordó:
- los 40 años de la entrada de España en la Unión Europea, y
- los 50 años desde el inicio de la Transición democrática, usándolos como referentes de unidad y progreso compartido.
Este recurso es típico de los discursos institucionales: conectar la memoria colectiva con los valores actuales para reforzar la legitimidad del sistema democrático y del Estado.
b) Cohesión social y democracia
El núcleo del mensaje fue la convivencia democrática entendida como construcción frágil y colectiva:
“La convivencia no es un legado imperecedero; es una construcción frágil que debemos cuidar cada día.”
Esto es clave desde una perspectiva institucional porque trasciende lo político-partidista e invita a ciudadanía e instituciones a construir juntos el proyecto común.
c) Advertencia frente a extremismos y desinformación
El Rey advirtió que el extremismo, el radicalismo y la desinformación se alimentan de la crisis de confianza en las instituciones y del desgaste del debate público.
Aunque no nombró actores políticos concretos, este tipo de formulaciones —implícitas pero claras— marcan posicionamientos institucionales en momentos de polarización social sin cruzar la línea de interferencia política directa.
2) Lenguaje y tono institucional
Desde la perspectiva de comunicación institucional:
- El lenguaje fue formal, sobrio y claro, dirigido a una audiencia amplia.
- Evitó referencias explícitas a partidos o controversias puntuales.
- Usó términos que apelan a la unidad, responsabilidad y ejemplaridad, reforzando el rol del Rey como símbolo de la cohesión del Estado.
Esta estrategia busca que el mensaje resuene tanto con quienes apoyan la Corona institucional como con quienes pueden tener reservas, enfatizando valores transversales y evitando polarizaciones directas.
III. Análisis desde el protocolo institucional
1) Puesta en escena
Este año hubo elementos protocolarios destacables:
- Cambio de postura: por primera vez, el Rey habló de pie, lo que puede interpretarse como intención de dar un tono más dinámico y cercano, sin pérdida del respeto institucional. News Minimalist
- Ubicación simbólica: el Salón de las Columnas, ligado a la integración en la UE, aporta significado histórico y solemnidad al discurso. Diari ARA
Estos elementos, aunque menores, son deliberados y responden a normas no escritas de comunicación oficial: el contexto físico siempre refuerza el mensaje.
Al respecto, además indicar que el rey Felipe VI ha pronunciado este años 2025, el mensaje desde el «Palacio Real de Madrid», optando este año por uno de los espacios con mayor carga simbólica de la residencia oficial: el «Salón de Columnas». Un escenario elegido con intención, ya que fue en este mismo salón donde el 12 de junio de 1985 se firmó el Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas, hoy Unión Europea, un acontecimiento del que se cumplen ahora 40 años y que refuerza el carácter institucional y europeo del mensaje del Monarca.
Respecto al contenido textual, este discurso ha contado con un total de 1.126 palabras y una duración de 9 minutos y 2 segundos, que se han ampliado hasta los 10 minutos y 29 segundos al incluir los himnos.
2) Símbolos y protocolo visual
Aunque los detalles visuales no suelen analizarse tanto como el texto, en el mensaje de Navidad 2025 se mantuvieron símbolos esenciales:
- La bandera de España visible y la escenografía sobria.
- Ausencia de íconos partidistas o alusiones concretas a líderes políticos.
Esto responde al principio protocolario de neutralidad institucional: el Rey representa a todos los españoles, independientemente de su afiliación política.
En lo que confiere a la imagen y el estilismo, para la ocasión se ha escogido un traje azul marino, camisa blanca y una corbata en tono terracota con estampado geométrico, una elección elegante y contenida que encaja con el tono institucional del mensaje. En la despedida, como ya es tradición, Felipe VI ha felicitado la Navidad en las lenguas cooficiales, un gesto que subraya la diversidad y pluralidad del país.

En el marco del escenario general, indicar que a la izquierda del monarca estaban, los símbolos navideños han tenido un papel destacado, con un Misterio del primer cuarto del siglo XVIII, realizado en madera tallada y policromada, que representa el nacimiento del Niño Jesús junto a la Virgen María y San José. Esta pieza forma parte de la colección de «Patrimonio Nacional», que se conserva habitualmente en el «Monasterio de las Descalzas Reales». Junto al mismo, un árbol de Navidad ha aportado el toque festivo al conjunto.
IV. Percepción y recepción
1) Audiencia y repercusión
El discurso ha tenido mejor audiencia respecto al año anterior, alcanzando cifras muy destacadas para un mensaje institucional y frenando una tendencia previa a la baja. EL ESPAÑOL
2) Reacciones políticas
El mensaje fue respaldado por partidos como PP y PSOE, mientras que fuerzas como Sumar, Podemos y algunos partidos independentistas criticaron su tono o enfoque. RTVE
Esta diversidad de reacciones refleja que, aunque el discurso busca equilibrios institucionales, inevitablemente interactúa con el contexto político actual.
V. Conclusión
Podríamos decir que, desde la visión de comunicación institucional y protocolo, el mensaje de Navidad del año 2025 de Su Majestad, Felipe VI:
✅ Refuerza la figura institucional del Rey como árbitro moral y símbolo de cohesión.
✅ Utiliza narrativas históricas y simbólicas para enmarcar desafíos actuales en una trayectoria compartida.
✅ Emplea un lenguaje inclusivo que apela a la convivencia, la confianza y el diálogo.
✅ Mantiene el respeto a la neutralidad política institucional, evitando referencias a actores concretos.
✅ Actualiza ligeramente la puesta en escena, buscando mayor cercanía sin sacrificar solemnidad.
























